Decepcionante corrida de toros de Juan Pedro Domecq...justo el día de San Isidro, nada más y nada menos, el mismo día que en la plaza de las Ventas se instalaba una placa conmemorativa por ser la mejor ganadería del año anterior. Hay quiénes dicen que es una especie de maldición...y que parece cumplirse lo suficiente como para que muchas personas la tengan en consideración. Lo cierto es que tres toros se devolvieron a los corrales y que prácticamente ninguno dió el juego esperado en fecha tan señalada.
Se inició la tarde con el aplauso y los vivas al rey emérito, Don Juan Carlos I, acompañado de su hija la infanta Elena y la hija de ésta. Llena la plaza y silencios que recuerdan más a la maestranza. Un "vecino" dice que cuando se producen esos silencios es por que hay una gran expectación, muchas ganas de ver toreo del bueno. Pero van pasando los minutos y se anima la tarde entre vivas al rey, a la tauromaquia, al toro bravo, irónicamente, a san Isidro...Se corean las banderillas que han ido quedando sobre la arena...una...dos...tres...Y la banda de música ameniza la tarde, afortunadamente.
En días como el del patrón de Madrid se ven caras conocidas: María Dolores de Cospedal, el periodista Alfonso Merlos en el callejón y, por la otra orilla, Miguel Ángel Aguilar Tremoya.
Continuará.